La plaza del ayuntamiento de Montalbán, siempre ha sido el marco de los festejos taurinos, ya hace años se cerrba la plaza con troncos de madera e incluso se
montaban gradas a su alrededor, aprovechando el talud de la base de la torre de la iglesia, en la que se ponían tablones colgados con cuerdas y puntales. Las gradas qe se
montaban junto a la fachada del ayuntamiento estaban numeradas, eran de pago, y era la forma de guardar para el aficionado su localidad.
En esos tiempos, década de los 50 e
incluso antes, se realizaban novilladas con participacion de novilleros de Teruel como el siempre presente Ribereño, o buen ejemplo el de Paco Camino que llegó a torear en
Montalban en sus principios como becerrista. Y cómo no, Miguel Cirujeda, novillero local con buen cartel por toda la geografia española.
Los novillos de entonces venían andando de
Zaragoza, y eran esperados por los mozos del pueblo a las afueras, tanto los de la novillada como el novillo de la tarde para el disfrute del resto de aficionados, que tras ser toreado
al final de fiestas era sorteado entre los vecinos del pueblo. Como aficionados prácticos se guarda recuerdo de Benjamín Quílez y tambien de Ángel Castellano.
Tradicionalmente
dos son los fines de semana con festejos taurinos en Montalbán, el primero de septiembre en el que se celebran las Fiestas de los Mozos en honor al Ángel y el segundo, cuando tienen
lugar las patronales de la localidad en honor a la Virgen del Castillo y San Fausto.
Últimamente los toros y vaquillas en estos dos fines de semana es lo que se realiza, ademas se ha
unido a los dias de festejo el último fin de semana de agosto con un toro de fuego, que se ha convertido en el principal atractivo para los que hasta allí llegan a la concentración de
motos de esos días.
Es mucha la afición que se tiene en esta localidad al toro y aún llama mas la atención si se compara con los pueblos de alrededor en los que apenas existe afición taurina,
ni tiene lugar este tipo de festejos tradicionales. De esta manera en Montalbán cobran una mayor importancia y categoría, no hay fiestas si faltan los toros de fuego o las tardes de vaquillas,
hoy está todo pensado y el municipio goza de una excelente ingraestructura para la organización y desarrollo de estos actos. La plaza Carlos Castel, la Calle Mayor y las dos Replacetas, quedan
cerradas con protecciones de barrotes metálicos montados para tal fin y los corrales siguen siendo los de toda la vida, en el callejón del toro, que llega hasta los toriles donde son
enchiqueradas las reses.
La afición en esta localidad ha llegado a dar forma a la Peña Taurina Miguel Cirujeda. Una peña ubicada en la calle Mayor, en pleno recorrido de las vaquillas
y del toro de fuego, en la que no faltan las meriendas en su acogedor local taurino decorado con burladeros, fotografías y carteles, y en el que no deja de sonar el pasodoble torero.